Estos talleres, impartidos por nuestra compañera Soledad Romero, educadora social, han tenido una respuesta muy positiva, pues el alumnado ha tenido una actitud muy receptiva y participativa, ya que el desarrollo de la charla, ha sido interactiva, pues había una continua comunicación entre la ponente y los estudiantes, despertando así el interés por los conceptos tratados, afianzando conocimientos preguntando con soltura a la educadora que dirigía el taller. Han expuesto ejemplos de situaciones que han ocurrido en sus vidas, que les han generado incomodidad y mal estar.
Situaciones como tener miedo de ir solos/as por la calle, que hayan tenido alguna vivencia incómoda con un adulto/a desconocido/a y no han sabido como actuar… Esto son sólo dos ejemplos de momentos que han salido a relucir en más de una ocasión en el desarrollo de la charla.
Hay que tener en cuenta, que son pocas las familias que transmiten una educación sexual continua a sus hijos/as, pues pocos/as personas hablan de forma directa y concisa con ellos/as, pues en su mayoría, abarcar este tema supone un reto que no muchos/as están dispuestos/as a superar.
Con lo cual, la mala información, que, en su mayoría de veces, está mal gestionada por amistades, lo poco que se puede llegar a hablar de sexualidad en sus casas y la información que obtiene cada uno/a de forma individual, puede generar confusión y no desarrollar una educación sexual-afectiva saludable.
Estas intervenciones, se seguirán llevando a cabo por diversos centros educativos de la provincia. Pues, aunque estamos hablando de un tema sumamente delicado y una problemática muy seria, curiosamente, no se trata con detenimiento y no se conciencia a nuestros/as chicos/as de lo expuestos/as que están a ser víctimas de abusos sexuales. Es importante dirigirnos a los/as adolescentes de una forma clara y concisa, pues la base del problema tiene que quedar consolidada, dándoles la entereza suficiente para que digan NO en el momento que tengan que hacerlo.