Esther Pluma

Se escogen como base del discurso los conceptos de la autorreferencialidad, el desplazamiento del hogar y los elementos relacionados con el tejido. A lo largo de la vida el ser humano habita varios espacios que siente como su casa, ya sean interiores o exteriores. De esta manera esta sensación se reparte cuando el individuo se adapta a diferentes lugares y añade otros nuevos. Es una conexión con el inicio, el origen y la primera estancia y un desarrollo sin fin con las futuras,

como si llevaras la casa encima. Las piezas realizadas pretenden conseguir un discurso abierto ligado con la multiposición, variabilidad y el cambio de estado de la forma. Cuestiones de metodología como la costura como principio constructivo, el patrón como método formal y la asociación de prendas con los trabajos realizados consiguen un carácter cercano y sensorial de la tela. Además toman protagonismo las metáforas de concepto y los trabajos manuales como el bordado, el macramé y el crochet que aportan personalidad e identidad a los proyectos. Jugando con las adaptaciones de las piezas según el espacio, se tienen en cuenta la estrategia del calcetín, es decir, dar la vuelta a un problema y mirarlo desde otra perspectiva (idea que se extrapola a las piezas) y el envés y el revés obtenido por las técnicas de confección. Se pretende crear piezas hibridadas entre el ámbito del arte y el del interiorismo, por ejemplo las piezas realizadas con tufting, jugando con la conexión entre los dos y desarrollando en ellas una materialidad y un concepto que se adapta a diferentes contextos.