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Son muchas, demasiadas, son tantas que andar por ellas lo hace duro y doloroso. Se piensa que cuando una mujer consigue reunir las fuerzas suficientes para dar el paso y denunciar su situación de maltrato todo va a mejor, pero no es así, comienza un duro camino lleno de obstáculos y de cantos rodados que dan la sensación de un camino fácil de recorrer cuando en realidad no paras de tropezar.
No tendía que ser así, tendría que ser todo lo contrario, pero la realidad es que seguimos animando a las mujeres a denunciar sin avisarlas de todos los obstáculos que se encontraran en el camino.
No les decimos que se pueden encontrar con miembros de los cuerpos de seguridad que trataran su situación sin darle importancia alguna o aconsejándolas que piensen en sus hijos, de que van a vivir.
No las advertimos que se pueden encontrar con un abogado sin formación y que por ser del turno de oficio en muchas ocasiones tratará su caso como uno irrelevante y sin el trato y la comprensión necesaria.
No les contamos que tardaran en atenderla en los puntos de atención de las diferentes administraciones, que puede que no pueda hablar con un psicóloga/o hasta dentro de tres meses.
No las prevenimos de que se pueden encontrar con una juez o una jueza con una mentalidad muy especial, con unos criterios preconcebidos que no la ayudaran en nada y donde jugará con desventaja.
No les decimos que serán juzgadas una y mil veces, que las harán sentirse culpable, que no serán escuchados sus gritos silenciosos, pero eso si, no paramos de lanzar mensajes animándolas a denunciar a su maltratador.
No las advertimos que si tienen hij@s, ell@s y ellas van a seguir sufriendo ya que el maltratador los utilizara para seguir dañándola y controlándola, ya que por norma general hoy en día se sigue dando la custodia compartida a progenitores maltratadores. Que tendrá muy complicado conseguir las ayudas mínimas para seguir adelante, que seguramente tendrá problemas en el trabajo, si es que tiene la suerte de haber podido seguir trabajando.
Y como no, no les decimos que su maltratador seguirá intentando controlarla y atacarla por todos los medios, y si ademas ese maltratador cuenta con poder económico, político o institucional, en el camino no encontrara piedras, encontrara socavones, ya que lo aprovechara para influir en esas personas o instituciones para ejercer una mayor presión sobre su Víctima.
Un caso muy claro de todo lo que os digo es el que está sufriendo en su persona Minerva Kadar, una mujer que ha dado un paso al frente para defenderse y para defender a su hija de manos de su “presunto maltratador” (artículo de @NuriaCSopena en EL ESPAÑOL) artículo que os aconsejamos leer para entender de lo que es capaz un machista y la sociedad machista en la que vivimos, por todo lo que tiene que pasar una mujer, que no es solo maltratada por su pareja, también es maltratada por las instituciones y por la sociedad machista que la rodea.
Como siempre digo, generalizar es errar, ya que por suerte hay personas en todos los ámbitos verdaderamente concienciadas y FORMADAS, que saben atender a las mujeres en esos momentos en los que más los necesitan. Pero la verdad es que todavía podemos encontrar a muchas personas en puestos muy concretos con una mentalidad machista y poco profesional que les incapacita para el desempeño de sus funciones.
No es fácil salir de la Violencia de Género, ni la sociedad ni las administraciones lo ponen sencillo, pero merece mucho la pena dar el paso y volver a vivir. Por eso os digo, a vosotras que la estáis padeciendo en este momento, buscar ayuda, dejaros asesorar, prepararos para la lucha, no estáis solas, son muchas las personas y asociaciones que están verdaderamente concienciadas y que os pueden ayudar a no recorrer este duro camino en solitario.