Es terroríficamente doloroso el comienzo de año que estamos teniendo, duele en el alma pensar que llevamos dos meses del 2020 y ya han sido asesinadas 13 mujeres y aquí no pasa nada. Pero no pasa nada ni en el Gobierno ni en la sociedad, unos por un falso interés sobre el tema y el otro por no querer quitarse la venda y seguir viviendo en su zona de confort.
Ya he perdido la noción del tiempo que ha transcurrido desde ese “fantástico” Pacto de Estado contra la violencia de género que tardaron dos años en sacar adelante todos los partidos políticos. Ese que iba a solucionar muchas de las demandas que suplican las mujeres y las asociaciones, que estaría dotado de una importante cantidad de dinero que lo haría todo realidad. ¡¡¡ Pero que tont@s hemos sido, como picamos en el anzuelo!!!
Todo ha sido una farsa camuflada en excusas políticas pero que demuestran la realidad que llevamos tiempo denunciando, ¡¡¡ No les interesa solucionar el problema!!!! Solo tenemos que ver cual fue la primera medida que aparece en el Documento Refundido PEVG:
“Ampliar el contenido del artículo 3 de la Ley Orgánica 1/2004 de 28 de Diciembre de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género LO 1/2004) para que el Plan Nacional de Sensibilización y Prevención de la Violencia de Género tenga carácter permanente”
¿Resultado? Es la única medida que se puede decir que está desarrollándose y esto es debido a que a los propios políticos les interesa ¿Por qué? Muy sencillo, tan solo tenemos que ver que están haciendo con los poco más de 600 euros que le toca a muchas de las pequeñas poblaciones o en qué invierten esos ayuntamientos un poco más grandes que antes no destinaban un euro. ¿Qué puede hacer una pequeña población con 600 euros? Muy sencillo, una charla el 25N, hacer unas chapitas, pañoletas, mochilas….etc para repartirlas entre sus conciudadanos y poco más.
Y ¿en qué ayuda esto a las mujeres maltratadas? EN NADA, y lo malo es que las personas que dirigen nuestro país, desde el más alto nivel hasta el más bajo, lo saben. Lo saben y no hacen nada, lamentable pero es la realidad.
Pero voy a darles unas pistas, que ya son muchas las que les hemos dado a las diferentes Delegadas del Gobierno para la violencia de género con las que nos hemos reunido o a Ministros, Secretarias de Estado, Presidentes Autonómicos, Alcaldes y Concejales que nos han dedicado unos minutos de su tiempo y han escuchado nuestras propuestas con aparente interés.
Para comenzar empezaré con la conclusión final: Dirigentes de nuestro país, o verdaderamente dedican los recursos necesarios o lo que harán será poner una tirita a una fractura abierta. Una vez reiterada la necesidad de que destinen más recursos, pero bien destinados, les indicaremos tres puntos cruciales, que son en gran parte la causa de que las mujeres no denuncien, como ha ocurrido en la mayoría de los casos de las mujeres que llevamos asesinadas este terrorífico comienzo de año.
Punto 1: Facilitar la denuncia.
Como ya le informamos al Ministro del Interior Fernando Grande-Marlaska en la reunión que pudimos mantener con él en noviembre de 2018, es necesario mejorar y facilitar la interposición de las denuncias, algo que no ocurre actualmente. En ese informe que le presentamos solicitamos, entre otras muchas cosas, la reubicación del lugar donde las mujeres víctimas de violencia de género tienen que interponer la denuncia, sobre todo en el ámbito rural.
Además de lo indicado en dicho informe también resaltamos la necesidad que tienen los Cuerpos de Seguridad de mejorar su situación de trabajo, dándoles más medios y personal. No es comprensible que un agente tenga a su cargo más de 80 mujeres, es imposible que pueda atender a todas como es debido.
Además, el problema que tienen que atender los Cuerpos de Seguridad es tan importante que tendrían que dedicarse en exclusiva al mismo y liberarles de las mil y una tareas a las que son encomendados los agentes dedicados a atender a las mujeres víctimas de violencia de género. Bueno esto es muy normal, ya que las personas que dirigen este país le dan tan poca importancia a todo lo relacionado con la mujer que todo lo que tenga que ver con ella siempre va rodeado de otros temas que nada tienen que ver.
Punto 2: Atención jurídica
Teniendo en cuenta que generalizar siempre conlleva equivocarse, por norma general, el turno de oficio de violencia de género deja mucho que desear dada la poca o nula formación de muchas de las personas que en él participan de manera voluntaria y que los colegios oficiales no controlan como deberían.
Seamos totalmente claros, muchas de las personas que están en este turno de oficio no deberían acercarse a una mujer víctima de violencia de género y os pongo un ejemplo claro que ocurrió en público, delante de la propia Decana del Colegio de Abogados de Badajoz, en unas jornadas que organizó nuestra asociación, donde un abogado que está inscrito en dicho turno de oficio se atrevió a decir en voz alta y clara
Sobran comentarios a esta afirmación, pero demuestra que muchas de las personas apuntadas al turno de oficio de violencia de género no deberían poner un pie en los juzgados de violencia de género y mucho menos atender a una mujer maltratada.
Punto 3: Juzgados
No solo es necesaria una formación por parte de todo el personal de los juzgados, también es necesaria crear la concienciación en todo el personal, sin ella es imposible que sepan atender a una mujer víctima de violencia de género.
Junto con la concienciación del personal es necesaria la humanización del mismo y de las instalaciones. Os pongo un ejemplo, en los juzgados de Badajoz los juicios rápidos se celebran en el sótano donde las mujeres tienen que sufrir la espera de que llegue su turno en una sala fría donde solo hay seis asientos con una mesita baja. En esta sala tienen que esperar su turno, ya que los juzgados las citan a todas a las 9 de la mañana para tenerlas a mano para cuando llegue su momento, da igual que sean dos o seis, les da igual, el caso es que para poder sacar ellos su trabajo adelante prefieren tenerlas esperando horas y horas en un estado de ánimo que os podéis imaginar, el cual empeora enormemente cuando ven pasar a ese hombre que han denunciado por delante de la puerta, ya que no se controla el paso de los mismo y muchos de ellos aprovechan para lanzarles esa mirada que les rompe el alma.
Si ya es duro todo esto, imaginaros como tiene que ser cuando una madre tiene que ir con su hija o hijo al cual el juez ha llamado a declarar. ¿Es normal que el menor tenga que pasar por esto? ¿Qué tenga que ver a su madre muerta de miedo o que vea el sufrimiento en el resto de mujeres que puedan encontrarse en la sala? ¿Es humano? ¿No sería mucho más lógico y humano citarlas por separado y en el caso de que tengan que acudir menores se les de prioridad a su declaración y puedan salir cuanto antes de los juzgados?
Son tantas cosas las que cambiar y mejorar que vamos para rato, pero si no empezamos ya a generar cambios y mejorar la distribución de los recursos no solucionaremos nada.